LO QUE EL ABRAZO DE LA VERGÜENZA HA QUERIDO OCULTAR: LA NOCHE EN QUE CANTARON LOS NÚMEROS.

Dicen que en la noche del 10 N, a medida que avanzaba el escrutinio, los maseteros del rostro de Sánchez se iban apretando más y más en vista de que se esfumaban por la rendija de las urnas sus 133 o 150 escaños, quién sabe, que le había augurado su fiel servidor Tezanos. Y al final, a pesar de lo cacareado por el CIS el 29 de octubre, cantaron los números, esos que no piensan, que no se in

terpretan: 120 escaños (antes 123) y 727.000 votos menos que se dice pronto (en el Senado pierden 29 sillas y la mayoría absoluta). Más de 100.000 votos al mes, o 3.300 al día, le birlaron los españoles al presidente en funciones en los 7 meses transcurridos entre elecciones.

Algo parecido le ocurrió a su ahora pareja política, y cuasi sentimental, de Unidas Podemos. Se les esfumaron más de 600.000 votos y 7 escaños, de manera que quien obtuvo 71 hace tres años se ve ahora con 35, menos de la mitad. Y se ponen la careta de la risa triunfadora para disimular.

No hace falta tener mucha imaginación para ponerse en los zapatos de estos dos líderes, a cual más narciso. ¿Qué clase de ciudadanos tenemos? ¿Cómo es que nos retiran sus votos de manera tan alarmante? ¿Es que no saben lo que les prometemos con una coalición de gobierno “progresista”? No hace falta ser adivino para darse cuenta de que van derechos al precipicio si la tendencia iniciada de abril a noviembre continua en esa cuesta abajo. Muchos analistas coinciden en que ese “abrazo de la vergüenza “se hizo a toda prisa para evitar sonrojarles con la aparición en los medios su rotundo fracaso, cuando se dejan las emociones aparte y cantan los odiosos- esta vez para ellos- números.

Mientras, PP gana 23 escaños y 700.000 votos (en el Senado, ocupan 28 nuevos asientos). Víctima, sin duda, de este trasvase de votos entre el bloque de las derechas, ha sido la debacle de Ciudadanos que es de lamentar. Cs siempre ha sido un partido que se ha batido el cobre por la unidad de España en territorio muy hostil.

Ante este panorama, solo cabe constatar que el PP está al alza – ha ganado 100.000 votos cada mes desde abril a noviembre- y que próximamente volverá a presidir el gobierno de España para deshacer todos estos sucios tejemanejes de la izquierda radical a los que estamos asistiendo un día sí y otro también.