La credibilidad del presidente

En estos años que lleva mal gobernando Pedro Sánchez nos ha dado a los españoles innumerables muestras de contradicciones, marrullerías y mentiras. Las videotecas se regodean en las redes comparando lo que decía que iba a hacer con lo que hace realmente cuando está en el machito.

Pero fue de traca la exhibición de trapacería con que nos obsequió a la ciudadanía e, incluso, a sus ministros más allegados con el comunicado nocturno del miércoles pasado sobre la inminente derogación íntegra de la reforma laboral pactada entre Psoe, Unidas Podemos y EH Bildu. Ya no le puede creer ni su partido, ni su gobierno, ni los sindicatos, ni los empresarios, ni los inversores, ni Bruselas. ¿Quién puede fiarse de aquí en delante de un presidente mentiroso y desleal con sus conciudadanos y hasta con su gente? En cualquier país civilizado esa sucia maniobra hubiera sido motivo para darle el finiquito y mandarle a su casa. “España es diferente”, pero uno se pregunta que hasta cuándo.

Agustín del Pino.